El tema de la legalidad en las tarántulas es algo muy complejo en cuanto a idiosincrasia en México, desafortunadamente no hay una cultura ecologista arraigada y solo una minoría comprende en realidad el impacto que provoca el tráfico de animales de vida libre, las tarántulas son consideradas animales de segunda categoría dentro de los exóticos, es por esto que la gente piensa que son intrascendentes para la naturaleza, muchos países no las consideran dentro de las leyes de protección ambiental y esto hace que sean “legalmente” saqueadas y comerciadas a otros países donde se adquieren con el estatus de “legal” y en los países donde está regulado su comercio y posesión, las leyes son incompetentes debido a la ignorancia que se tiene en cuanto a éste grupo animal.

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En México las tarántulas están protegidas por la Ley general de vida silvestre y por la norma oficial mexicana Nom-059-SEMARNAT-2001 de protección ambiental de especies nativas de México de flora y fauna silvestre, siendo necesaria una autorización de la secretaría de medio ambiente y recursos naturales (SEMARNAT) para la extracción, posesión, transportación, comercialización, reproducción y reintroducción de tarántulas dentro del territorio nacional, de lo contrario estaremos cometiendo un delito federal.

 

Internacionalmente son protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) en sus siglas en inglés, en donde desde  el año 2003 las tarántulas del género Brachypelma y sus subespecies,  Aphonopelma albiceps, Aphonopelma pallidum y Brachypelmides klaasi (Barchypelma klaasi) son incluidas en el apéndice II, anexo  B  como especies cuya comercialización debe ser regulada, por lo tanto para el comercio internacional de éstas tarántulas es necesaria la autorización del CITES que debe ser incluida en la nota o factura del ejemplar.

 

La  destrucción de bosques y selvas para urbanización, agricultura o tala clandestina en todo el mundo hace que los hábitats de las tarántulas desaparezcan a pasos agigantados, la depredación por parte del hombre en varios países ha mermado a las poblaciones de tarántulas, Brachypelma smithi en México, donde cada vez es más difícil verlas en vida libre cuando hace décadas se veían por cientos en época de apareamiento por la mayor parte de la costa de Guerrero, Grammostola rosea en Chile, donde se ha capturado "legalmente" desde hace muchos años, ahora hay muchas más tarántulas en cautiverio que en su hábitat, Poecilotheria metallica en la India, donde su hábitat se concentra en un área de 100 kilómetros cuadrados que está siendo rápidamente perdida por la tala clandestina, en Camboya son cazadas para comerlas, una costumbre que adoptaron los habitantes de aquel país por la escasez de comida durante la ocupación militar de los Jemeres rojos, desde los años 90's ésta costumbre se extendió a Tailandia, Laos y Vietnam en donde a últimas fechas se ha convertido en una moda un tanto girada al morbo, miles de turistas viajan al año a éstos países para probar el exótico platillo de tarántula frita, esto ha hecho que miles de ejemplares de Haplopelma spp. sean cazados de manera indiscriminada cada año para satisfacer la demanda, en pocos años las poblaciones se verán afectadas y llevadas al borde de la desaparición, en China cientos de ejemplares de Haplopelma spp. y Chilobrachys spp. Son colectados de las selvas para ser convertidos en suvenires y artículos decorativos como llaveros, hebillas de cinturón o encapsulados y colocados de adorno en mouse de computadoras o en plataforma de calzado femenino, todas éstas acciones hacen que sea muy necesaria la concientización de la población global sobre el importante rol que éstos animales juegan, así como leyes más estrictas y bien estructuradas para su protección.

 

En México históricamente la tarántula rodillas rojas (Brachypelma smithi) ha sido saqueada indiscriminadamente desde los años 80’s cuando las películas estadounidenses y las modas europeas las pusieron como ícono de lo considerado “fuera de lo común” pero en los últimos años muchas más especies comenzaron a ser saqueadas y vendidas debido a la triste escasez de la rodillas rojas, especies como B. auratum, B. emilia y B. vagans llegan por cientos a mercados de animales, tianguis y acuarios en Ciudad de México y Guadalajara y más recientemente Aphonopelmas, Citharacanthus, Crassicrus, Cotztetlanas, Davus, Bonnetinas y géneros sin describir están comenzando a ser traficados de la misma manera, la creciente demanda en el país por espacies para aficionados y entusiastas hace que los traficantes tengan un tiempo de auge con éstos animales, muy pocas personas trabajan con las tarántulas en UMAS y PIMVS no pudiendo cubrir la demanda, muchas otras personas meten de manera ilegal tarántulas de otros países, principalmente de Europa y Estados unidos, éstos ejemplares tienen un valor muy bajo ya que no se pagan impuestos ni permisos al entrar de manera ilegal al país, son ejemplares que nacen en cautiverio pero no por esto dejan de ser ilegales al no cumplir con los permisos de importación.

 

 A continuación pongo un fragmento del texto “tráfico ilegal de vida silvestre” a cargo de Lucía Nadal Urías, Antero Carmona Omana y Melissa Trouyet Starr.

 

La diversidad biológica representa la riqueza natural de nuestro planeta y constituye un recurso de gran importancia para el bienestar social y económico de la humanidad y de las generaciones futuras. México es un país único ya que alberga una diversidad biológica excepcional, representa apenas el 1% de la superficie terrestre y en ella resguarda al 10% de la diversidad biológica del mundo (Sarukhán, et al. 2012). De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), México es uno de los 17 países megadiversos del mundo. En cuanto al número de especies ocupa el segundo lugar en reptiles, el tercero en mamíferos, el quinto en plantas y anfibios y el octavo en aves. Muchas de estas especies habitan únicamente en el territorio nacional, por lo cual se catalogan como endémicas, siendo sumamente valiosas en términos de biodiversidad (Semarnat, 2008). Esta biodiversidad que posee México se debe a la interacción de varios factores, entre los cuales destacan su privilegiada posición geográfica, la variedad de climas y su compleja topografía, que en conjunto propician una abundancia de condiciones naturales que permiten la existencia de un gran número de ecosistemas y especies. El valor de esa biodiversidad reside en todos los servicios ecosistémicos que nos proporciona: la recarga de los mantos acuíferos, la captura de bióxido de carbono, la regulación climática y el mantenimiento de suelos fértiles, entre otros. Sin embargo, las interacciones de los diferentes ecosistemas con las actividades antropogénicas, como la agricultura, la ganadería, la urbanización, la cacería ilegal y el tráfico ilegal de especies silvestres, han ocasionado la modificación, fragmentación y pérdida de los sistemas biológicos naturales, teniendo un alto costo en términos de biodiversidad (Sarukhán, et al. 2012). Entre estas amenazas, el tráfico ilegal de vida silvestre tiene un impacto directo e irreversible sobre los ecosistemas y su biodiversidad. Es posible observar esto en el gran declive que han mostrado las poblaciones de especies de alto valor comercial en los últimos años. Aunado a ello, las implicaciones que tiene dicho tráfico sobre el marco social y económico son graves.

El tráfico ilegal de vida silvestre se constituye como una infracción o delito en la legislación ambiental de México, e involucra la extracción, acopio, transporte, comercialización y posesión de especies de flora y/o fauna silvestre, mediante la captura caza y colecta, en contravención de las leyes y tratados nacionales e internacionales. Comprende ejemplares vivos, así como productos y subproductos derivados de éstos, considerando productos a las partes no transformadas y subproductos a aquellas que han sufrido algún proceso de transformación (Zimmerman, 2003). Definir la extensión precisa del tráfico ilegal de vida silvestre resulta imposible por su naturaleza ilícita, sin embargo se sabe que es un negocio de amplias dimensiones que involucra grandes cantidades de dinero. Se estima que se encuentra en el cuarto lugar de importancia como comercio ilegal, después del tráfico de drogas, el tráfico de personas y los productos falsificados (WWF, 2012). Asimismo, ocupa el segundo lugar mundial como amenaza para la vida silvestre, después de la destrucción y fragmentación de hábitats naturales.

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"El comercio ilegal de animales es un gravísimo problema mundial, quedando atrás en volumen de dinero involucrado solamente del tráfico de drogas y de armas. Entre los grupos traficados, una mayor atención de los medios y de las políticas de protección y combate al tráfico se da a mamíferos y aves. El tráfico de invertebrados, incluyendo aquí arañas y escorpiones, es un problema poco conocido, discutido y combatido, creo que principalmente debido al poco llamamiento que esos animales tienen para el público en general. Afortunadamente el tema ha ganado un poco más de visibilidad gracias a iniciativas como el Tarantula Trinational Trade and Enforcement Workshop"

                                                                                   Dra. Caroline Fukushima.

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Como menciono anteriormente en México la idiosincrasia juega un papel determinante en la situación ecológica y legal de las tarántulas, el poco interés en la vida silvestre, la demanda de fauna exótica por motivos de presunción, para tener un estatus “más alto que los demás”, por populismo “Mira mis especies, son las más raras y las más difíciles de conseguir“ hace que cientos de tarántulas estén siendo traficadas y un gran porcentaje esté condenada a morir, otro problema es a pesar de que existe la legislación a las personas no parece importarles, piensan que nada les pasará si las autoridades los detienen por posesión o venta de tarántulas ilegales ya sean nacidas en cautiverio o no, muchos piensan “si es nacida en cautiverio aunque no cuente con documentación mi conciencia está tranquila porque no le hago daño a nadie”  esto solo fomenta la ilegalidad, la irresponsabilidad social ya que se comete un acto ilícito, aquí no se trata de hacer lo que es “moralmente” correcto, sino que se tiene que tener la cultura y el hábito de hacer lo correcto, si vemos una tarántula capturada en un mercado y por el motivo que sea, llámese lástima “pobre, la voy a salvar",  o mero gusto, se compra; solo se fomenta el tráfico, el vendedor verá a la tarántula como una fuente de ingresos y pedirá que más ejemplares sean saqueados, si se compra una tarántula por internet nacida en cautiverio pero igual ilegalmente obtenida, solo  se fomenta el comercio ilegal, la competencia desleal y se mantiene con incertidumbre a expensas de que nunca se enteren las autoridades de la posesión del ejemplar.

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Las personas que reproducen en cautiverio y no tienen los permisos para hacerlo pero tienen el enfoque de la conservación a mi manera de ver su granito de arena al combate contra el tráfico ilegal aun que no deja de ser un acto ilegal y de consecuencias graves.

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"El tráfico ilegal de especies es desde mi punto de vista una de las actividades más despreciables que pueda haber,una persona sale a campo a extraer ejemplares que en vida libre llevan años sorteando peligros, que han sobrevivido a tantas situaciones y que tienen una función necesaria en ese hábitat, para que el sujeto, la ponga en una bolsa o botella de plástico y la venda en un tianguis o mercado por $20-200 pesos mexicanos, es una situación triste en extremo, ese tipo de prácticas causan un daño irreparable en las poblaciones de tarántulas de una zona, además de un desequilibrio ecológico importante con efectos significativos en el medio ambiente, un ejemplar de vida libre tiene un alto valor, y a muchos no les importa porque ignoran todo lo que conlleva. La mejor manera de combatir esas prácticas es comprando ejemplares de manera legal y realizando denuncias ante la PROFEPA (en México) o a las autoridades correspondientes dependiendo de cada país."

                                                                            Víctor Daniel Gutierrez Martínez PIMVS México exótico.

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A pesar de que muchas veces las leyes son contradictorias o tienen huecos legales, es nuestro deber actuar de acuerdo a sus normas principalmente por el bienestar de las poblaciones naturales de tarántulas, las personas que venden tarántulas con el único fin de lucrar lo pueden hacer porque es válido cuando se hace dentro del marco legal y cuando los ejemplares son obtenidos de criaderos, no afectando sus poblaciones, SEMARNAT orienta y atiende a quien quiere comercializar fauna exótica, solo hace falta que de verdad se quiera hacer bien, no hay por qué hacerlo de manera ilegal, tampoco se trata de darse golpes de pecho, también las tarántulas criadas en cautiverio legalmente tuvieron un ejemplar origen de vida libre, muchos de los criadores empezamos con tarántulas ilegales incluyéndome por supuesto, pero conforme ha avanzado el hobby y han surgido UMAS y PIMVS así como comercializadoras e importadoras legales, las excusas para seguir en la ilegalidad y fomentarla se hacen nulas, ya hay mucha más información acerca de la legalidad, los hobbystas y entusiastas ya no tendrían por qué seguir incurriendo en lo ilícito.

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"Los países del tercer mundo son los que más sufren con el tráfico de tarántulas por qué son los grandes poseedores de la biodiversidad de esas arañas. Países como Brasil y México (los dos primeros en el ranking de biodiversidad de theraphósidos) y algunos del Sudeste Asiático, por ejemplo, son objeto de los traficantes que entran en el país como turistas pero que acaban llevando especímenes para ser vendidos principalmente en el mercado europeo. Muchos de esos países tienen el turismo como actividad económica importante (lo que facilita el acceso al área donde las especies pueden ser encontradas) y políticas de fiscalización de fronteras no muy eficaces (lo que facilita la salida con los animales), o no tiene una legislación (por ejemplo, el hambre, la corrupción y los problemas económicos), por eso el descuido con el tráfico general de animales

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Otro aspecto relevante es que los animales traficados van en su mayoría a Europa, que a diferencia de Estados Unidos y Canadá, no tiene una legislación que prohíbe violaciones de las leyes ambientales de otros países. Y las personas que compran estos animales traficados desafortunadamente no están preocupadas por el origen de los mismos. Entonces tanto la legislación y la postura del público consumidor necesitan cambiar urgentemente. La lucha contra el tráfico de tarantulas es extremadamente necesaria y urgente, principalmente por el hecho de que esa actividad ha causado disminución en la población natural de algunas especies, que por sí solas ya se encuentran muchas veces amenazadas por otros problemas crónicos como pérdida de hábitat. Es necesario crear políticas públicas de conservación nacionales e internacionales (incluyendo allí protección del hábitat y acuerdos de fiscalización en las fronteras y de sanción para esos crímenes), además de proporcionar financiamiento para que los científicos puedan estudiar apropiadamente las especies y también reglamentar el comercio legal de esos animales de forma que sea más competitivo en relación al precio de los animales ilegales sin dejar de ser sostenible".

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                                                                                                      Dra. Caroline Fukushima.

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